COLECCIONAR FÓSILES 2 (LA RECOGIDA)
La recogida de fósiles puede ser de lo más fácil o convertirse en una tortura de varias horas, bajo el sol abrasador o bajo las inclemencias del tiempo. Por eso me gusta!Como consejo, una buena mochila para ir llenando, un martillo y un cortafríos son imprescindibles.Podemos encontrar un fósil en la superficie del terreno, suelto.Pero también lo podemos encontrar formando parte de la masa pétrea de una roca caliza sin fisuras ni vetas. Aquí la paciencia y muchos golpes de martillo y escople serán imprescindibles. Y muchas veces el fósil se rompe durante el proceso de extracción, lo que acaba por desatar los nervios más templados.Consejo general a los "fosileros":No tengáis prisa. Miradlo todo, despacio. Recorrer zonas ya ojeadas. Hay fósiles de muchos tamaños, desde los foraminíferos como una lenteja hasta ammonites de 50 cm. de diámetro (éstos, lógicamente serán más fáciles de ver que los primeros, pero son muy escasos).Aprovechar los días de buen tiempo para el campo. Los días desapacibles pueden dedicarse a la limpieza y preparación de los ejemplares ya recogidos.Una vez limpios, los ejemplares deberían clasificarse cuanto antes y pasar a formar parte de la colección. Por experiencia os digo que es bastante desalentador tener la casa llena de "piedras" pendientes de esa faena. Al final, hasta las voluntades más férreas sucumben a la desmoralización cuando se contempla el trabajo atrasado.La verdad es que el proceso no termina con la recogida en el campo. Ahí empieza!Luego vienen las etapas de limpieza, preparación, clasificación, apertura de la ficha, fotografiado, inserción en la colección, en definitiva. Y ahí si habrá terminado, así que ANIMO!.
La recogida de fósiles puede ser de lo más fácil o convertirse en una tortura de varias horas, bajo el sol abrasador o bajo las inclemencias del tiempo. Por eso me gusta!Como consejo, una buena mochila para ir llenando, un martillo y un cortafríos son imprescindibles.Podemos encontrar un fósil en la superficie del terreno, suelto.Pero también lo podemos encontrar formando parte de la masa pétrea de una roca caliza sin fisuras ni vetas. Aquí la paciencia y muchos golpes de martillo y escople serán imprescindibles. Y muchas veces el fósil se rompe durante el proceso de extracción, lo que acaba por desatar los nervios más templados.Consejo general a los "fosileros":No tengáis prisa. Miradlo todo, despacio. Recorrer zonas ya ojeadas. Hay fósiles de muchos tamaños, desde los foraminíferos como una lenteja hasta ammonites de 50 cm. de diámetro (éstos, lógicamente serán más fáciles de ver que los primeros, pero son muy escasos).Aprovechar los días de buen tiempo para el campo. Los días desapacibles pueden dedicarse a la limpieza y preparación de los ejemplares ya recogidos.Una vez limpios, los ejemplares deberían clasificarse cuanto antes y pasar a formar parte de la colección. Por experiencia os digo que es bastante desalentador tener la casa llena de "piedras" pendientes de esa faena. Al final, hasta las voluntades más férreas sucumben a la desmoralización cuando se contempla el trabajo atrasado.La verdad es que el proceso no termina con la recogida en el campo. Ahí empieza!Luego vienen las etapas de limpieza, preparación, clasificación, apertura de la ficha, fotografiado, inserción en la colección, en definitiva. Y ahí si habrá terminado, así que ANIMO!.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home